dilluns, 15 de setembre del 2008

Arte, formol y mucho dinero (El Pais)

Damien Hirst llega a la madurez rico y famoso tras una infancia pobre y una juventud de alcohol y drogas

ISABEL LAFONT - Madrid - 15/09/2008

"Es increíble lo que se puede hacer con un suspenso en arte en Selectividad, una imaginación retorcida y una motosierra", dijo Damien Hirst a modo de minibiografía durante el discurso de aceptación del Premio Turner en 1995. El artista británico se hizo con el galardón, el más importante del arte contemporáneo, con Madre e hijo, Divididos, una escultura consistente en una vaca y un ternero, diseccionados, y encerradas, cada una de sus mitades, en tanques de formol.

Para entonces, el escándalo ya le precedía. En 1991, Hirst se había hecho célebre en todo el mundo con un tiburón tigre de cinco metros suspendido en un tanque de formol, una pieza titulada La imposibilidad de la muerte en la mente de alguien vivo. Hirst siempre ha tenido un don para los nombres. Y para los números.

El escualo marcó el principio de una carrera hacia el estrellato que ha convertido a Hirst en uno de los tres artistas vivos más caros -los otros dos son Jeff Koons y Lucien Freud-, en una cotizada imagen de portada con estatus equiparable al de las estrellas del rock -ha sido la última de la revista Time- y en un individuo extraordinariamente rico.

Según Frank Dunphy, un antiguo contable de artistas circenses que Hirst contrató hace unos años para que llevara sus finanzas, el patrimonio del artista podría ser de 1.000 millones de dólares (705 millones de euros). Eso significaría que Hirst es dos veces más rico que Mick Jagger o Elton John. Hoy tiene nada menos que seis estudios por todo el Reino Unido en los que trabajan 120 personas. Una auténtica factoría.

Un sueño hecho realidad para un chico nacido en Bristol en 1965 y criado por su madre -Hirst nunca conoció a su padre- en un barrio pobre de Leeds. Delincuente juvenil -fue detenido en dos ocasiones por robar en tiendas-, trabajó en la construcción durante dos años antes de ser admitido en el Goldsmiths College, donde se graduó en 1989.

Un año antes, Hirst organizó una exposición con obras suyas y de sus compañeros, Freeze. Allí recibió la visita providencial de Charles Saatchi, magnate de la publicidad reconvertido en coleccionista de arte y verdadero hada madrina de Hirst. El artista participó en la primera exposición de la galería Saatchi en 1992, junto con Sarah Lucas, Mark Wallinger y Rachel Whiteread, convirtiéndose en el portaestandarte de una generación de artistas conocidos ya como Jóvenes Artistas Británicos, una marca acuñada por el sagaz publicitario.

Los noventa fueron los años locos del despegue de Hirst: se presentó internacionalmente en la Bienal de Venecia de 1993; ganó el Turner dos años después; formó Fat Les, un grupo de música con Alex James, de Blur, y el actor Keith Allen; en 1999 rechazó participar en la Bienal de Venecia... Fueron tiempos también de alcohol y cocaína, en los que los excesos públicos de Hirst eran bien conocidos por los habituales del Groucho Club del Soho londinense.

Desde 2002, el artista está sobrio y, casado con la californiana Maia Norman, con quien tiene tres hijos -Connor, de 13 años, Cassius, de 8, y Cyrus, de 3-, hoy pasa la mayor parte del tiempo en su granja de Devon. Al mismo tiempo que su vida se ha estabilizado, su caché se ha multiplicado exponencialmente. Si Saatchi compró en 1992 La imposibilidad física... por 50.000 libras (62.938 euros), en diciembre de 2004 lo vendía al multimillonario financiero estadounidense Steve Cohen por 12 millones de dólares (8,4 millones de euros).

El año pasado se sacó de la chistera una calavera chapada en platino con 8.601 diamantes engastados. La pieza, llamada Por el amor de Dios, fue vendida a un consorcio de inversores, según dijo Hirst, por 100 millones de dólares (71 millones de euros). Aunque luego se supo que en tal consorcio participan el propio artista, Dunphy y Jay Jopling, propietario de White Cube, su galería en Londres (Larry Gagosian es su marchante en Nueva York).

A sus 43 años, Damien Hirst no está dispuesto a dejar de ser un enfant terrible. Su última vuelta de tuerca ha dejado con la boca abierta al mundo del arte. Entre hoy lunes y mañana martes se subastarán 223 obras nuevas suyas en Sotheby's. Es la primera vez, desde que la casa de pujas se fundó en 1744, que pondrá en el mercado obra nueva de un artista vivo directamente al público.

Con esta maniobra, Hirst volatiliza la comisión de sus galeristas, que suele ser del 50% del precio de venta de las obras. "Si alguien hace dinero, que sea el artista", declaraba Hirst recientemente al diario The Guardian. "Existe esa idea de que no eres un verdadero artista si ganas dinero, si no te estás muriendo de hambre en una buhardilla y tienes agujeros en los vaqueros. Pero yo, Warhol y Picasso nos ocupamos de los aspectos comerciales del arte. Goya, Rembrandt, Velázquez, todos ellos, pensaban en los aspectos comerciales de su trabajo". En total, los 223 lotes podrían generar unos ingresos de 65 millones de libras (82 millones de euros).

La pieza más importante de la subasta, El becerro de oro, es un ternero charolés de 18 meses encerrado en una urna de formol colocada sobre un pedestal de mármol. Las pezuñas, los cuernos y la aureola del ternero son de oro macizo y la urna está chapada en el mismo metal. Su precio estimado es de entre 8 y 12 millones de libras (entre 10 y 15 millones de euros). "Todo lo que uno hace es un autorretrato. Hasta cuando se limpia el trasero", decía Hirst hace unos meses durante una entrevista con el periodista Charlie Rose en su programa de la cadena estadounidense PBS. El ternero es, sin duda, el más logrado.

dissabte, 13 de setembre del 2008

"DISIDANCES" de Nancy Spero al Macba fins el 24 de setembre (Castellà)

Imatges de l'exposició al Macba


Comprometida con colectivos antirracistas, pacifistas, y feministas, Nancy Spero (Cleveland, 1926) –quien trabajó también junto a su marido, Leon Golub– es una de las pioneras del arte feminista y de militancia política del Nueva York de los sesenta y setenta. Aunque su obra ya se ha visto en ocasiones anteriores en España, ahora el MACBA presenta una retrospectiva –comisariada por Manuel Borja y Rosario Peiró– que posteriormente viajará a Madrid y a Sevilla.

Sin duda, la obra de Nancy Spero posee una voluntad política; sin embargo existe en ella, además, una dimensión arcana, en la que los mitos y los misterios ancestrales se interrelacionan con el discurso social. Símbolos y signos de civilizaciones antiguas, jeroglíficos y elementos poéticos se mezclan con las imágenes del presente y la denuncia. Una ambigüedad –y acaso también una contradicción– que aporta una apertura más allá de lo inmediato y contingente.

La exposición, que sigue un criterio cronológico, se inicia con las Black Paintings. Se trata, en efecto, de una serie de pinturas negras, hechas de sombras y tonos oscuros. Son lienzos nocturnos, donde apenas se intuyen imágenes que no pueden ser reveladas a la luz del día. Y, de alguna manera, en esta obra está contenido todo el trabajo posterior, porque esta serie es como una caja de Pandora: expresa una angustia y una tensión que aspira a salir a la luz.

La caja de Pandora se abrirá seguidamente y aquel universo nocturno adquirirá forma. Es el momento –siguiendo el recorrido de la exposición– en que Spero, motivada por el conflicto de Vietnam, empieza a trabajar el tema de la guerra, la violencia y la destrucción. Se trata de una pintura grafitera, dirty, directa y elemental, que metafóricamente interpretamos como un desdoblamiento de las “pinturas negras”. Es un mundo abyecto en el que la artista –se ha dicho– ha introducido todo un imaginario de género poblado de símbolos fálicos, máquinas infernales y frases groseras del argot militar.

Solapándose con esta serie dedicada a la guerra, la artista introduce a Artaud. Spero emplea fragmentos de textos del escritor que hace dialogar con sus propios dibujos. Artaud es la imagen del poeta maldito, la protesta contra la sociedad, la agresividad, la locura. Artaud representa para ella un ventrículo a través del cual vehicular su propio discurso. Nancy Spero se travestiza de Artaud.

Más allá del conflicto concreto de la guerra y Vietnam, hay algo intemporal y mítico en aquellas imágenes. Alguno de los símbolos que utiliza Spero –la serpiente de varias cabezas con las lenguas fuera, por ejemplo– está inspirado en los códices medievales, y la agresividad, la violencia y el dolor que supura su obra no hace referencia sólo a Vietnam, sino que posee un carácter esencial, profundamente humano y animal a la vez. Observando la serie dedicada a la guerra no se sabría determinar quién es el verdugo y quién es la víctima. Se diría simplemente que es una violencia o una ansiedad sin nombre que lo inunda todo. Pero éste es también el caso de Artaud, en el que sadismo y masoquismo se identifican, y para quien dibujar –agujerear el papel con el lápiz en un estado de frenesí– era como infligirse heridas en el cuerpo.

Por lo demás, la referencia a Artaud nos lleva a la escritura o la poesía. Nancy Spero utiliza el papel y su forma de presentar la obra –largas tiras desplegadas– responde a la idea de libro. El discurso de la artista es mucho más complejo, pero quiero traer aquí una sugerente imagen a la luz de la cual los comisarios analizan la obra de Spero: Mallarmé. Mallarmé es el poeta de las oscuridades y lo hermético y de las chispas iluminadoras desperdigadas aquí y allá en una oscilación continua, pero también es el que introduce un nuevo concepto de poesía, entendida como imagen, haciendo uso de los vacíos en blanco y los recursos tipográficos.

En este sentido, la obra de Nancy Spero también puede considerarse como un libro extendido de poesía: extraños signos de civilizaciones antiguas conviven con otros que hacen referencia a conflictos, cuestiones de género e imágenes de hoy. Parecen flotar como las tipografías en las páginas de Mallarmé. Porque la de Mallarmé es una poesía abierta a un sin fin de evocaciones, a innumerables sentidos, como también lo es la obra de Nancy Spero, en la que acaso el discurso político se disuelve… en el arcano.

Jaume VIDAL OLIVERAS

dimecres, 10 de setembre del 2008

Experiments de Flickr

dimarts, 9 de setembre del 2008

Cartell Sense Títol 2008


Cartell Sense Títol 2008, originalmente cargada por Jaume Orejuela.

Sense títol 08 manté per cinquè any consecutiu la tradició
de mostrar una selecció qualificada de la darrera promoció
d’alumnes de la Facultat de Belles Arts.
Aquesta mostra reuneix inquietuds, recerques i exploracions
en els llenguatges de l’art que cada alumne ha desenvolupat
en el tram final dels seus estudis de llicenciatura, fent un
ús obert i polivalent dels mitjans emprats per posar en
diàleg reflexions i inquietuds intel·lectuals de darrera hora,
fins a convertir-les en les remarcables propostes que
presentem.
Els espais expositius del centre acullen el degree show,
que es desplega en tot l’àmbit de la facultat i configura,
així, una extensa mostra amb obres que han estat escollides
pels mateixos professors dels alumnes que van finalitzar
els estudis el curs passat, com una manera de destacar-
ne els millors treballs i de donar-los a conèixer en un context
acurat. El fons patrimonial de la UB, PATRIM, es nodreix
de les adquisicions escollides entre les obres exposades.
Coordinada pel Vicedeganat de Cultura, amb la implicació
de tots els departaments, l’exposició de final de carrera
constitueix l’eix d’una sèrie d’activitats culturals que hi giren
al voltant, amb la finalitat de promoure un inici de curs
actiu i una aportació d’interès per al sector cultural de la
ciutat.
Amb aquesta àmplia posada en escena dels joves creadors
acabats de llicenciar, la Facultat s’obre un cop més a la
ciutat per facilitar el contacte amb el món artístic i
professional, i per possibilitar que la comunitat artística de
Barcelona hi pugui accedir amb la finalitat d’estimular-ne
la projecció social.

Sèrie II


, originalmente cargada por Jaume Orejuela.



La sèrie completa aquí

dilluns, 8 de setembre del 2008

Fotografies de Carme Jarque - Expo


Cartell-Carme Jarque, originalmente cargada por Jaume Orejuela.

Moviment és un projecte fotogràfic realitzat per Carme Jarque on la captació del moviment esdevé la base de la imatge. La recerca d'un resultat plàstic en la fotografia, formes que es desdibuixen, píxels que es transformen en taques de color. Una interpretació personal de la dansa on el rastre s'expressa com una peça nova en sí mateixa.